Por: José Gregorio Torres
Para los caracheros no es una novedad que durante todo este año las carencias en el hospital Dr. Rafael Quevedo Viloria y el CDI Dr. Ramón Materano, están a la orden del día, cuando no falta una cosa falta la otra y aunque los médicos especialistas y personal de enfermería profesional se empeñan en dar el mejor servicio solo se puede limitar a sus atenciones y acompañamiento, con el trato amable y profesional. Mientras que los pacientes deben costearse desde una jeringa hasta un examen de hematología y hasta la bombona de oxígeno, porque este último no existe en estos centros de atención primaria, o sea que posiblemente y por los vientos que soplan con los vaivenes de que si se cambia o no la dirección del hospital, (noticia que llegó mientras se escribía esta nota), los pacientes están sometidos a la buena de Dios, porque si no tienen suficientes recursos para comprar implementos y medicinas, pues lo que te queda es orar para que los brebajes y medicamentos caseros les hagan efecto y puedas superar la situación, y si como si fuera poco hasta la cocina se ha cerrado por falta de alimentos ni siquiera para los pacientes que antes gozaban de este servicio haciendo más llevadera la situación en caso de hospitalización sobre todo para familias de lugares lejanos de la parroquia.
Esto por supuesto si se trata de algo leve y no requiera de atención médica profesional y avanzada, por ejemplo un cuadro cardíaco, asmático o alérgico, el cual requiere necesariamente de oxígeno, y que brilla por su ausencia y que al aparecer no es una emergencia para los eficientes administradores que están en el deber y la obligación de garantizar algo tan elemental en un centro de atención como estos tan alejados de dónde están los recursos más avanzados y que pudieran salvar una vida, pues dos bombonas existen y sin el preciado oxígeno, después de que hubiera más seis y las cuales se fueron desapareciendo a través de las nefastas administraciones que han pasado por estos centros de salud. Aunque no se quiera hacer la crítica, lamentablemente es necesario hacer el llamado de atención a los entes superiores de salud y a la nueva directora del hospital, porque no se explica cómo estas cosas están sucediendo cuando se habla de más atención y más salud.
Ya estamos en unos de los días más movidos del año en Carache, donde se hace necesario que las autoridades actúen con el mayor de los esfuerzos para el elemental equipamiento de estas instituciones y de esta manera estar prestos para atender cualquier emergencia, Bomberos, PC, grupos de rescate, hospitales medicaturas rurales o ambulatorios, sea cual sea su denominación, es importante que tanto los operativos con efectivo viales, como estos centros de atención deban estar totalmente equipados para atender a cualquier tipo de accidente y que permita y garantice al personal profesional la atención de las emergencias con la oportuna diligencia para lo cual han sido preparados por el gremio médico y el Ministerio del Poder Popular para la Salud. Ojalá tanto la gobernación como Fundasalud, escuchen la voz del pueblo que clama por mejoras en estos pueblos tan alejados de los recursos y se puedan minimizar los índices mortales que año a año parecieran engrosar más y más las estadísticas de accidentes fatales. Cómo lo expresó el propio Ministro de Justicia, Diosdado Cabello, en su reciente visita al estado Trujillo.