Por José Gregorio Torres
Ha sido tanta nuestra propia apatía en torno a nuestros valores que difícilmente podemos entender la importancia de preservar nuestra memoria histórica, una memoria que cada día pierde más y más terreno ante nuestra propia ignorancia y falta de identidad, todo se banaliza y cada vez con más insistencia le damos valor a lo que no lo tiene y le restamos a lo que verdaderamente merece ser protegido, en estos días de permanente acercamiento en el cementerio de Carache, se ha podido observar la gran cantidad de trabajos artísticos y de valor patrimonial que aún se conservan en este Camposanto que ya se acerca a su centenario de creado, luego de que desapareciera hace setenta años el anterior cementerio que llevaba el nombre de Cementerio Norte, y que tenía como entrada la capilla de Nuestra Señora de Carmen de El Bucarito.
Después de que se trasladaron uno por uno todos los difuntos que, hasta los años cincuenta, se sepultaron en el terreno que hoy ocupa la urbanización Santa Eduvigis, lugar donde aún se conservan los restos del Padre Morillo. El cual no pudo ser trasladado por haber sido enterrado en concreto por haber fallecido de fiebre amarilla, y de esta manera evitar la propagación de esta enfermedad considerada para ese entonces una peste. Referenciado por Mínumboc en uno de sus libros. Seguramente no se pudieron ubicar algunos tumbas que al igual que ahora fueron abandonadas por los descendientes lo que se evidenció cuando el gobierno decidió utilizar este terreno para construir las primeras viviendas rurales de Carache, y que hasta hace poco en los solares de las viviendas vecinos y propietarios, encontraban restos de huesos y calaveras cuando se dispusieron a sembrar árboles, limitándose a volver a enterrarlos o llevarlos hasta el cementerio nuevo.
Hoy en esos recorridos que nos permiten hacer algunos reflexiones, hemos encontrado verdaderas obras de arte, las pocas que los saqueadores no han logrado llevarse por considerarlas de poco valor para sus aspiraciones comerciales algunos por ser hechas en mármol costosos Pero otros hechos de mármol moldeado o de cemento, Pero que para la memoria histórica de los Caracheros si tienen un valor incalculable y sentimental. Entre las obras que pudiéramos referir está en primer lugar el panteón de la familia Quevedo Viloria, y que se encuentra en el centro del cementerio, así como otras obras realizadas por Ramón Ponce Briceño verdaderas obras de arte diseñadas en torno a la cruz y sepulturas, tumbas de personajes relevantes como el Bachiller y Maestro Marcelino Zambrano. Juan Montaña, Mínumboc. Melitón Aponte Cardozo, entre otros, a quienes hemos premiado con nuestro cruel olvido. Pero que aún estamos a tiempo de que se salvaguarden mientras quedan sus huellas en este cementerio donde reposan sus restos.