Por Marcos Álvarez

Sin ningún rastro de duda y sin temor a equivocarme, así se puede catalogar a este noble e íntegro ser humano, que le dedico toda su vida a servir a sus paisanos sin esperar nada a cambio, solo con la satisfacción de ayudar a sus coterráneos, desde ser concejal por su querido partido COPEI, hasta chófer de ambulancia del Hospital I Dr. Rafael Quevedo Viloria de Carache, así vivió su vida Nicomedes Benítez.

En su paso por esta vida terrenal nunca dejó de asistir a ningún entierro por más humilde que hubiese sido el difunto, y cuando la pobreza era mucha y no tenían como pagar los gastos funerarios él les ayudaba y en muchas ocasiones cubría la totalidad de los gastos. Así fue la vida de este insigne ciudadano carachero, que dedicó toda su vida a servir al prójimo, en lo personal fueron muchas las veces que compartí con este respetable señor por mi condición de bombero.

Lamentablemente como todo ser humano la muerte lo sorprendió un 8 de diciembre del 2008, pero se fue a su última morada con el deber cumplido y allá debe estar al lado de papá Dios. Porque fue un furibundo cristiano católico, creyente hasta más no poder y con una fe inquebrantable. Descansa en paz mi querido amigo, los que tuvimos la dicha de conocerte y compartir contigo, recordamos con cariño tu legado el cual quedará presente en las generaciones futuras en donde tu ejemplo debe ser seguido por esos nuevos líderes que hoy se están levantando en los avatares de la política.

Nicomedes Benítez. Foto: Cortesía

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