Por Ing. Carlos Lozada

La exigencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) de que los testigos de las mesas electorales de la elección presidencial del 28 de julio sean electores del centro de votación donde trabajarán es grave y significa un obstáculo burdo y monumental que demuestra la preocupación del PSUV y su líder Nicolás Maduro ante la evidente realidad: las mayorías no lo reelegirán. Es una limitación absolutamente irracional y que rompe las reglas claras que establece la ley respectiva. Ya lo dijo asertiva y acertadamente Andrés Caleca: «El 28 de Julio vamos a una confrontación electoral». Y todos los días, es el PSUV el que da más muestras de ello. La respuesta ante la maniobra está en la unión popular y unitaria de los vecinos, la sociedad civil, dirigentes de los partidos políticos, que estemos activados y organizados para garantizar el triunfo de Edmundo González. En manos de toda la ciudadanía, bajo la conducción serena y organizada de la dirigencia social y política, está la posibilidad de intentar todo lo que sea necesario para sortear este nuevo escollo. Es indetenible el cambio en nuestra Venezuela, será descomunal la cantidad de votos que se lograrán el 28 de julio. Cómo lo dice Edmundo González: «Hay que apoyar a nuestros testigos, hay que movilizar y cuidar las mesas».

Sorprende que luego de años de abusos autoritarios alguien todavía se pueda preguntar por la utilidad de los testigos, alegando mayoría de votos y un sistema automatizado confiable. Los testigos operan, precisamente, como muros de contención, encarnan la posibilidad de aplicar la responsabilidad electoral, el seguimiento de resultados in situ, evitan que se cometan las irregularidades propias de las autocracias electorales dirigidas a distorsionar los resultados. Eso, entre otras funciones, antes, durante y después de la votación. Recordemos que son fundamentales en una etapa crítica, la del escrutinio, un acto público cuya efectividad se refuerza con la verificación ciudadana, y a la cual todos podemos sumarnos asistiendo a nuestro centro electoral una vez cerrado el proceso de votación.

Todos los que ansiamos el cambio tenemos una gran responsabilidad el 28 de julio: APOYAR A NUESTROS TESTIGOS.

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