Por Ing. Carlos Lozada
El camino hacia la victoria en las elecciones presidenciales del 28 de julio se vislumbra prometedor para Edmundo González, el candidato que ha logrado conquistar un notable apoyo popular. Sin embargo, en medio de este escenario alentador, es importante recordar que el triunfalismo no debe ser nuestro consejero.
En este crucial momento, la intención del voto de las mayorías debe ser parte de una estrategia bien planificada y ejecutada con pragmatismo. Es por ello que propongo tres pasos fundamentales: organización, voto y defensa.
La organización comienza con la creación del comando de campaña ciudadano, los llamados «comanditos», donde los ciudadanos comprometidos con el cambio se convierten en los principales agentes de movilización. Desde la verificación de los lugares de votación hasta asegurar la movilización el día de las elecciones, la información debe fluir de manera eficiente para garantizar que cada voto sea contabilizado.
Posteriormente, llega el momento de la defensa del voto. Es crucial contar con testigos preparados para enfrentar cualquier irregularidad que pueda surgir en las mesas electorales. La firmeza y el conocimiento serán nuestras mejores armas para proteger la voluntad de los electores y minimizar cualquier intento de presión.
En palabras del secretario general del partido Movimiento Por Venezuela (MPV), Simón Calzadilla, me sumo a su llamado: «A organizarnos y actuar; el 28 de julio TODOS a votar». En este proceso electoral, la participación activa y comprometida de cada ciudadano es fundamental para asegurar un proceso transparente y democrático.
Por tanto, no caigamos en la complacencia y mantengamos la concentración en nuestra meta. La victoria no está garantizada, pero con una estrategia bien definida y una movilización ciudadana efectiva, podemos hacerla realidad. Juntos, construyamos un futuro mejor para todos. ¡El cambio está en nuestras manos!
