Por José Gregorio Torres

En Carache no cesan los rateros de hacer sus recorridos por los diferentes hogares algunos con más categoría que otros, eso sí, por lo visto ahora no escogen mucho o de lo contrario han mejorado su olfato y están aprendiendo a valorar lo que para ellos puede significar el resultado de una visita no anunciada, pero que debe generarles sus dividendos sin mucho esfuerzo fijando en esta  ocasión su vista y gusto en un termómetro metálico de mercurio de próximamente unos treinta Centímetros de la empresa Pepsi Cola.

En esta oportunidad los amigos de lo ajeno se dejaron sentir por el sector de Los Patiecitos, donde aprovechando la ausencia de los dueños de la casa, decidieron hacer una visita posiblemente buscando algo para llevar y convertirlo en ganancias, bien para saciar el hambre o simplemente para satisfacer sus vicios, lo cierto es que en esta oportunidad llegaron desprovistos de herramientas y solo  hasta el corredor de la vieja casona de bahareque, donde la historia es añeja, pues Antonio Bastidas, que fue su dueño en vida, dejo en ella algunas cosas de un valor sentimental, inestimable e insustituible para sus hijos y nietos.

Se presume que como no pudieron acceder al interior de la vivienda,  solo se limitaron a desprender de la pared un termómetro de mercurio, de esos que hace no menos de cincuenta años, eran la mejor promoción de la empresa de refrescos, cuando apenas empiezan a llegar Carache estás aguas gaseosas saborizadas, tan adictivas para el organismo, pero de tan dulce sabor,  este pequeño, pero significativo objeto medidor de la temperatura que permaneció en el mismo lugar donde hoy solo deja la huella de todos esos años, donde fue protagonista inerte de tantas historias, ojalá que esta hermosa reliquia pueda ser devuelta a sus dueños y el que la concejal Inés Bastidas, sabrá agradecer y recompensar, pues es un objeto para ella y para la familia de un valor sentimental más que monetario, Esperemos que con la gráfica que se publica alguien puede dar información del paradero de este preciado objeto.

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