Por Ing. Carlos Lozada

Después de 25 años de retroceso, despilfarro, corrupción y destrucción en Venezuela, la oportunidad de elegir un nuevo presidente y un nuevo gobierno se presenta como un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que ha envuelto al país. El éxodo masivo de venezolanos, la desalarización del trabajo y el colapso del aparato productivo son solo algunas de las consecuencias de un gobierno que ha llevado al país al borde del abismo.

El trinar silencioso del cambio ya se escucha en las bases chavistas, quienes comienzan a vislumbrar la posibilidad real de un futuro mejor sin la continuidad de Maduro. El descontento dentro del chavismo es palpable y la factura será cobrada el 28 de julio, día en que los venezolanos tendrán la oportunidad de expresar su rechazo a un gobierno que ha fracasado estrepitosamente.

La unidad de las mayorías en torno a un candidato es el primer paso hacia la transformación que tanto anhelamos. El segundo paso, ganar rotundamente con testigos formados en todas las mesas, es crucial para asegurar la transparencia y legitimidad del proceso electoral. Y el tercer paso, mantener la unidad alrededor de un nuevo gobierno que garantice una transición pacífica y sin traumas, es fundamental para iniciar el camino hacia la reconciliación entre todos los venezolanos.

Es hora de dejar atrás las divisiones y los rencores del pasado y trabajar juntos hacia un futuro mejor para nuestro país. La recuperación moral, ética y económica que tanto anhelamos solo será posible si nos unimos en torno a un proyecto común que nos permita reconstruir lo que se ha perdido.

Los procesos de transición democráticos no son fáciles ni rápidos, pero son necesarios para restaurar la confianza en nuestras instituciones y en nuestra sociedad. Es por eso que hago un llamado a todos los venezolanos, sin distinción de ideologías o afiliaciones políticas, a sumarnos en este futuro reencuentro que nos permitirá construir juntos una Venezuela próspera, justa y libre. Ha llegado el momento de dejar atrás el pasado y mirar hacia adelante con esperanza y determinación. Juntos, podemos lograrlo. ¡Venezuela merece un futuro mejor!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *