Aleyde Aponte.

Fotos: Cesar Pernalete

Las quincallas de acuerdo a la bibliografía consultada son un modelo de comercio, tienda o almacen dedicadas a la venta de bisutería, cosméticos, cristalería, perfumes, juguetes, porcelanas, espejos, paraguas, abanicos, lámparas, adornos para el cabello, fantasía, entre otros.

En «mi Carache de antier»,en la época de mi niñez y juventud recuerdo a dos de las más conocidas cuyos dueños eran el señor Raúl Bravo y el señor Valentín Pernalete.

La primera de ellas atendida por su propietario, el señor Raúl Bravo padre de nuestras vecinas y amigas Nilvia y Olga Bravo, que en sus inicios estuvo ubicada en la calle comercio en el local donde hoy existe una venta de pollos a la brasa. Su quincalla era bastante surtida. Allí se podía encontrar todo lo relacionado con hilos , juguetes, bisutería, regalos, cosméticos y perfumes entre los que destacaban el polvo sonrisa muy utilizado por las damas caracheras de la época, y las fragancias para caballeros, Pino Silvestre, Skin Bracer, asi como la famosa colonia Jean Maríe Farína además de otros productos relacionados con el cuidado y embellecimiento de las damas así como para el cuidado de caballeros.

Posteriormente la quincalla del Señor Raúl funcionó en la calle San Juan en la casa que actualmente es propiedad de la familia Casasanta, para luego establecerse en la calle Carabobo diagonal a nuestra casa materna.

El señor Raúl era muy conocido en el pueblo, pues además de ser un próspero comerciante del ramo de las quincallas, tenía la particularidad de ser intérprete de canciones las cuales acompañaba con su cuatro, siempre sentado en la entrada de su negocio en una silla de madera y cuero, tal vez como una manera de atraer clientela y a la vez del disfrute de su música y canto.

Otra quincalla que mi memoria registra es la del señor Valentín Pernalete que de acuerdo a su hijo César y sus hijas Dalia y Lourdes Pernalete en una conversación muy amena sostenida en su hogar ubicado en los apartamentos del Sector San Antonio de Carache, el señor Pernalete era oriundo del otrora municipio Bolivia perteneciente a la división territorial para la época del distrito Carache, Estado Trujillo hoy parroquia del municipio Candelaria , comerciante viajero de los que llevaban mercancía a los campos y caseríos inicialmente en bestias( borricos y caballos) las cuales eran entregadas a los clientes quienes tenían la oportunidad de ir pagando por cuotas.

Años después con un pequeño capital se estableció en Carache en el mismo ramo de las quincallas, las cuales funcionaron en tres establecimientos diferentes: en la hoy Avenida San Juan Bautista con calle Girardot , en la calle Comercio al lado de la casa de mi tía Narcisana de Perdomo y en la calle Libertad hoy avenida del mismo nombre en un local rentado al señor Víctor Pichardo mejor conocido como Víctor el Pucho.

Años más tarde entraron a formar parte del comercio carachero otras quincallas: una en la calle San Juan que coexistia en un negocio dedicado a la venta de telas propiedad del señor Gerónimo Godoy y la otra ubicada en una de las esquinas de la Plaza Bolivar atendida por la señora Rita de Azuaje quien era su propietaria. Hace poco tiempo que cerró sus puertas , su nombre aún permanece en el local.: Novedades Triple AAA como mudo testigo de las quincallas de antier.

Todas ellas siguen en mis recuerdos como huellas imborrables de » Mi Carache de Antier».

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