Por Carlos Lozada
La distinción entre una empresaria y una emprendedora puede ser sutil, pero hay matices que merecen ser destacados. Una emprendedora es alguien que inicia un nuevo proyecto, mientras que una empresaria generalmente se refiere a alguien que ya cuenta con un negocio establecido. Con esta aclaración, podemos decir que Chiquinquirá es una tímida empresaria. Vamos a conocerla.
Ella se presenta como Chiquinquirá Nazareth Pérez Leal, tiene 19 años y nació en Carache, en el hospital Doctor Rafael Quevedo Viloria, el 18 de noviembre de 2004. Con orgullo menciona: «Mis padres son Cinthia Leal y Wilmer Pérez». Durante la entrevista, notamos que su voz temblaba; ¿será por timidez? Ya lo descubriremos.
A continuación, le preguntamos: «Chiquinquirá, ¿quién eres?» Ella responde: «Soy una joven carachera e inteligente emprendedora, llena de sueños y metas por alcanzar. Mi mayor anhelo es hacer sentir orgulloso a alguien que ya no está. Desde aquí, deseo hacerlo feliz con la persona en la que me estoy convirtiendo».
¿Quién es ese alguien, Chiquinquirá? Ella responde: «Mi papá, un verdadero albañil que construía casas. Le encantaba el campo, sembraba y tenía su oficio». Y preguntamos: «¿Y tu mamá a qué se dedica?» A lo que ella contesta: «Mi mamá es profesora en El Samán desde hace tiempo; tiene su profesión». Al decir «papá», su voz refleja un profundo énfasis; intuimos que él es su mayor inspiración.
Le pedimos que describa a su papá: «Siempre ha sido único para mí. Desde pequeña lo esperaba con ansias. La pérdida de él hace cinco años ha sido muy difícil. Era un padre maravilloso y una persona excepcional; siempre estaba alegre y disfrutaba llevarse bien con todos. Su carácter optimista y su amor por la vida lo convertían en un hombre verdaderamente admirable». En ese momento, sentimos un nudo en la garganta durante la entrevista. Sin embargo, seguimos adelante para conocer más sobre ella.
Le preguntamos cómo comenzó en este camino: «Desde siempre me ha encantado hacer uñas. Hace cuatro años inicié esta etapa practicando en casa. Todo comenzó con videos que me ayudaron a adquirir conocimientos y perfeccionar técnicas. Al obtener excelentes resultados, surgió la idea de crear mini donas y ofrecerlas a mis clientes». La empresa de uñas de Chiquinquirá se llama Queen_nailscp y su línea de mini donas se llama Minidonaschip. ¡Éxitos a sus apenas 19 años! ¿Quién de nosotros tenía dos empresas a esa edad?
¿Qué dificultades has enfrentado en tu camino? Ella responde: «Recibí muchos comentarios negativos, pero no me vencieron; al contrario, me inspiraron a ser mejor cada día. Hay personas que te dicen que no puedes o que eso no es para ti; eso puede afectar tu ánimo y tu autoestima, pero yo puedo».
Chiquinquirá también comparte su experiencia en un certamen de belleza: «Participé en el concurso del Reinado de los Carnavales 2024, enfrentando muchos miedos, ya que no soy una persona que hable en público. Siempre me ha dado mucha pena y nervios hasta el punto de llorar de pánico. Nunca imaginé llegar tan lejos hablando ante tantas personas en una pasarela. Este logro me llenó de orgullo, especialmente porque mi papá siempre soñó con que yo participara en eventos así. Aunque no gané, él solía decirme que no se necesita una corona para ser reina; siempre hemos sido reinas en nuestra esencia».
Le preguntamos hacia dónde va Chiquinquirá: «Voy a cumplir el sueño de tener mi propio spa, mis propias cosas y mi espacio. Eso me llenaría de satisfacción y éxito. Este es el sueño por el que estoy trabajando y sé que poco a poco lo lograré».
La tímida empresaria es un verdadero ejemplo a seguir, así que decidimos hacerle una pregunta final: Chiquinquirá, ¿qué consejo le darías a los emprendedores?
«Para aquellos que desean emprender con poco, especialmente si están comenzando o enfrentando dificultades, la clave del éxito es no rendirse. No permitan que los comentarios negativos de los demás afecten su motivación. Mi mayor consejo es que se mantengan firmes y no dejen que las críticas arruinen sus emociones y sentimientos. Es normal sentirse mal o triste, pero eso no debe detenerlos. Cada uno tiene el poder de hacer realidad sus sueños, así que enfóquense en su camino y no en lo que digan los demás. A todos los que desean emprender, ¡háganlo! Atrévanse. Yo también dudaba mucho cuando comencé con las donas, y ha sido un emprendimiento muy exitoso para mí».
La historia de Chiquinquirá, «la tímida empresaria que desea ser el orgullo de quien ya no está», nos deja una profunda enseñanza sobre el poder del amor y la determinación. Su deseo de honrar la memoria de su padre a través de su emprendimiento es un recordatorio conmovedor de que nuestras motivaciones más sinceras pueden impulsarnos a alcanzar grandes logros.
El amor que siente por su papá no solo la inspira a seguir adelante, sino que también la convierte en un ejemplo para todos aquellos que enfrentan sus propias batallas. En cada uña que pinta, en cada dona que crea, en cada paso que da hacia su éxito, Chiquinquirá lleva consigo el legado de su padre, mostrando que los sueños se pueden construir con pasión y dedicación.
Así que, si alguna vez te sientes desanimado o piensas en rendirte, recuerda la historia de Chiquinquirá. Deja que el amor y la memoria de tus seres queridos te impulsen, y nunca subestimes el poder de tus sueños. ¡Atrévete a seguir adelante y a convertirte en el orgullo de quienes te rodean!