Por Ing. Carlos Lozada
En los días previos al inicio de la campaña electoral, se ha desatado una situación que va más allá de la mera promoción de un candidato y sus propuestas. No podemos llamar a esto una campaña electoral normal; es, en realidad, una batalla campal contra la arbitrariedad y el abuso. El pasado sábado, la ciudad de Valencia se convirtió en escenario de una serie de actos que pusieron en entredicho el respeto a la democracia y a las normas establecidas.
El cierre de vías con alcabalas, la obstrucción del paso con maquinaria y montones de tierra, el uso de vehículos oficiales para bloquear calles y avenidas; todo esto fue parte de la epopeya protagonizada por Edmundo González y María Corina en la capital del estado Carabobo. Para colmo, se llegó al extremo de acosar a los ciudadanos en un lugar donde simplemente buscaban disfrutar de un refrigerio.
Estos actos, llevados a cabo a plena luz del día y a la vista de las autoridades competentes, han sido ampliamente difundidos a través de las redes sociales y de las imágenes captadas por la conectividad de internet, lo que ha permitido que la ciudadanía sea testigo de tales abusos. Es de suponer que estos atropellos no son bien vistos ni siquiera por la base chavista, que desde hace tiempo ha sido testigo de la descomposición interna de su partido.
La dirigencia y la cúpula del partido que los aglutina están implosionando ante las desviaciones del poder, lo cual ha llevado a que partidos como el PCV y REDES se desvinculen de esta extorsión. Es necesario recomponerse y unirse en un objetivo claro: sacar a Nicolás Maduro del poder. El mensaje para la base chavista es diáfano: no sean cómplices de los atropellos, reconozcan el fracaso y el engaño. Únanse al cambio y tengan la oportunidad de rescatar sus anhelos de prosperidad.
En una futura transición, su participación será fundamental. Es hora de dejar atrás el autoritarismo y avanzar hacia una verdadera reconciliación entre compatriotas. La patria reclama paz, y esta solo se logrará con la participación activa y consciente de todos los venezolanos. Ha llegado el momento de unirse en pos de un futuro mejor, donde la democracia y la justicia sean pilares indestructibles.¡Basta ya de abusos! ¡Venezuela merece un futuro de esperanza y libertad!
