Por José Gregorio Torres
El domingo de Corpus Christi es la celebración más importante después de la Semana Santa, se lleva a cabo con gran solemnidad como la fiesta que es donde el centro de todo el Cuerpo de Cristo en la sagrada Eucaristía, Aunque la Fiesta del Corpus Christi se celebró de forma universal el pasado jueves 30 de mayo, muchas iglesias y lugares del mundo trasladan la fiesta para este domingo 02 de junio, adaptándose al calendario laboral de los fieles. Es así que el pasado domingo, también celebramos la Solemnidad del Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo. Esta fiesta tiene como finalidad celebrar la Eucaristía, pues nosotros como cristianos rendimos un culto especial y público de adoración, gratitud y amor al Santísimo Sacramento, en donde reconocemos la presencia real de Jesucristo.
Desde los primeros años de la Iglesia, los cristianos, siguiendo el mandato de Jesús, celebran la Eucaristía, donde el Señor se hace presente en el pan y vino. Pero no fue hasta el siglo XIII, en que Santa Juliana de Bélgica promueve la idea de una festividad en honor al Cuerpo y Sangre de Cristo, celebrándose por primera vez en 1246. Pero la fiesta se fortaleció en 1263, cuando un sacerdote celebraba la Misa en Bolsena (Italia), se vio cómo al partir la hostia consagrada brotó sangre, siendo presenciado por cientos de fieles. Luego de verificar este milagro eucarístico, en 1264, el Papa Urbano IV instituyó la Fiesta del Corpus Christi en toda la Iglesia. Actualmente, en Italia se conserva el corporal (lienzo) con las gotas de sangre que emanan de la eucaristía, en ese año. Un jueves recordamos que Jesús instituyó la Eucaristía en la última cena, convirtiendo el pan y el vino en su cuerpo y sangre. De la misma manera, reafirmamos nuestra fe al asistir a la Santa Misa, en dónde Cristo se hace presente en carne, sangre, alma y divinidad.
En Carache se ha constituido una actividad entre lo tradicional y la profesión de fe y la que tiene características propias, ya que permite que hagamos un reconocimiento a todos los apostolados quienes se organizan de tal manera que los resultados son verdaderamente extraordinarios, de una belleza impresionante, pues la alfombras que se laboran durante poco más de un mes y los altares, son unas verdaderas obras de arte, sobre todo porque son elaboradas con un gran amor y entrega por ser para esta fiesta tan importante como es la del Santísimo Sacramento, compartimos con nuestros lectores la ORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO.
Alma de Cristo, santifícame.
Cuerpo de Cristo, sálvame.
Sangre de Cristo, embriágame.
Agua del costado de Cristo, lávame.
Pasión de Cristo, confórtame.
¡Oh, buen Jesús!, óyeme.
Dentro de tus llagas, escóndeme.
No permitas que me aparte de Ti.
Del maligno enemigo, defiéndeme
En la hora de mi muerte, llámame.
Y mándame a ir Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén.


